El ictus es de las enfermedades cerebrovasculares más comunes en nuestra sociedad, especialmente entre nuestros mayores. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), aproximadamente el 40% de los ictus hacen que los afectados no puedan volver a recuperar su vida normal, provocando complicaciones tras el ictus. Por eso, las residencias para rehabilitación del ictus son muy necesarias en los tiempos en los que vivimos, para lograr que este porcentaje baje cada vez más, y así mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Hoy os contamos cuáles son las complicaciones que pueden surgir tras sufrir un ictus en ancianos, cómo es la rehabilitación y qué papel juegan las residencias para la rehabilitación del ictus.
Si tienes un familiar que ha sufrido un ictus y estás buscando ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te ayudamos de manera gratuita a encontrar la ayuda que necesitas.
Complicaciones tras el ictus
Para saber qué tratamiento es el más adecuado en cada caso, y así personalizar al máximo la rehabilitación de cada paciente, primero se deben conocer cuáles son las secuelas principales que suele dejar el ictus, tanto para curarlas como para prevenirlas.
Según el Hospital Clínic de Barcelona, las principales complicaciones en las que puede derivar un ictus son:
- Pérdida de movimiento o fuerza.
- Aumentan las probabilidades de sufrir una caída.
- Espasticidad muscular.
- Pérdida de visión y diferentes trastornos visuales.
- Problemas en el habla y el lenguaje.
- Trastorno de la sensibilidad.
- Disfagia.
- Dolor central y superficial.
- Incontinencia urinaria.
- Alteraciones del estado de ánimo, como depresión, apatía, irritabilidad, etc.
- Deterioro cognitivo.
Estas son algunas de las principales complicaciones, pero cada caso puede evolucionar de una manera diferente. Por ello, es tan importante abarcar la rehabilitación lo antes posible para así poder devolver al paciente la normalidad lo antes posible.
¿Cuándo comenzar la rehabilitación tras un ictus?
Después de un caso de ictus en una persona mayor, lo más importante es actuar con rapidez para así minimizar los riesgos de sufrir las consecuencias. Es por ello que el programa de rehabilitación suele comenzar muy pronto, durante la fase aguda, es decir, en las primeras 24 o 48 horas en las que la persona sigue hospitalizada. No obstante, hasta que el paciente no se encuentra estable no se puede empezar con la rehabilitación, para no ponerle en riesgo.
Es habitual que en la fase de rehabilitación el mayor esté en casa y tenga que trasladarse al hospital para recibir los cuidados adecuados, por eso, es esencial que tanto los profesionales sanitarios como la familia estén preparados para afrontar el caso. Además, el hecho de recuperarse en casa implica que el mayor pueda volver a su entorno y rutina habitual.
Objetivos de la recuperación del ictus
Sin duda, el principal objetivo de la recuperación tras ictus es evitar las posibles complicaciones y secuelas que pueda producir en el mayor. Teniendo esto como principal objetivo, el resto de objetivos van en dirección a tratar de disminuir y aliviar el dolor en el paciente. Esto quiere decir eliminar la rigidez de las articulaciones, evitar y anticiparse a posibles enfermedades mentales, ayudarle a recuperar el habla y la habilidad de comunicación, etc.
No podemos olvidarnos que la rehabilitación del ictus debe incluir pautas y hábitos que ayuden tanto al mayor como a la familia a adaptarse a la nueva situación a la que se tienen que enfrentar. Por eso, el aspecto psicológico de la recuperación del ictus es muy importante, porque los cuidados no pueden olvidarse de las necesidades afectivas del mayor y de los que le rodean, ya que es un momento muy delicado en sus vidas.
Tipos de rehabilitación para el ictus
Después de sufrir un ictus hay muchas de las habilidades y capacidades que se pierden, incluso las más básicas, lo que hace que volver a tener una vida normal sea muy complicado. Es posible perder el equilibrio, la capacidad de dar pasos y caminar, incluso el habla y la habilidad para relacionarnos con nuestros seres queridos. Por tanto, la rehabilitación es crucial para la pronta recuperación del paciente y así evitar y prevenir complicaciones futuras.
Existen muchas disciplinas que pueden ayudar a los mayores a recuperarse, por lo que la rehabilitación debe ser multidisciplinar, y que todos los profesionales necesarios de la salud participen en ella. Además, la comunicación entre ellos y la familia debe ser íntegra para que la evolución del paciente sea equilibrada y completa, además de lo más rápida posible.
A continuación os contamos cuáles son las principales áreas a trabajar en la rehabilitación del ictus en personas mayores.
Terapia ocupacional
Esta disciplina es esencial para conseguir que el paciente recupere las capacidades necesarias para realizar las actividades de la vida diaria lo antes posible. El objetivo principal de los profesionales es lograr que los pacientes recuperen la independencia que tenían antes de sufrir el ictus. Para ellos existen muchas maneras de realizar la rehabilitación, como aplicar ejercicios que mejoren la motricidad, la coordinación y la capacidad de recordar, resolución de los problemas y la comunicación con los demás.
Logopedia para la pérdida del habla
El profesional logopeda es indispensable en la rehabilitación de los pacientes con ictus. Tras sufrir un accidente de ictus, la capacidad para hablar, comunicarse o articular palabras se suelen ver afectadas. Asimismo, la escritura y la motricidad se pueden ver afectadas, por eso la labor de estos profesionales es muy importante.
Tratamiento de la disfagia
La disfagia es la dificultad para tragar y dificulta mucho la capacidad de habla de las personas que han padecido un ictus. Para ello hay que trabajar la deglución, la deshidratación y la alimentación del mayor, de manera que se vayan reforzando los músculos implicados y así poder recuperarlo cuanto antes. La disfagia y los problemas en el habla están íntimamente relacionados.
Terapias psicológicas
Como veíamos antes, los pacientes que han sufrido un ictus son muy propensos a padecer problemas cognitivos y neurológicos. Por eso las terapias psicológicas son muy importantes tanto para los pacientes como para sus familiares, ya que ayudan a paliar los síntomas afectivos y los problemas psicológicos que pueden surgir durante y después de la enfermedad.
Tratamientos para el ictus
Antes de explicar los tipos de tratamientos disponibles actualmente para tratar el ictus, es necesario distinguir entre tratamiento y rehabilitación. Por un lado, la rehabilitación es, según la OMS, “el conjunto de medidas sociales, educativas y profesionales destinadas a restituir al sujeto en situación de discapacidad la mayor capacidad e independencia posibles”. Por otro lado, el tratamiento es el conjunto de estrategias que tienen como objetivo curar, paliar o prevenir síntomas y enfermedades.
Como vemos, es común confundirlas pero la rehabilitación engloba todos los posibles tratamientos que se aplican a una persona en una situación de enfermedad. Es decir, el tratamiento está incluido dentro de la rehabilitación.
Una vez aclarados los conceptos, dentro de la rehabilitación y sus tipos, como hemos visto anteriormente, podemos distinguir dos tipos de tratamientos principales y su forma de actuar en el paciente.
Terapia farmacológica
Hay tratamientos que tienen como objetivo paliar el dolor, tratar la espasticidad o las enfermedades mentales. Es por ello que los tratamientos farmacológicos pueden ser de gran ayuda en estos casos. Además, se usan fármacos concretos de la patología que haya causado el ictus.
Terapia psicológica
Los problemas y complicaciones que surgen con el ictus pueden provocar graves enfermedades mentales como la depresión, ansiedad u otros trastornos psicológicos. Esto acarrea graves problemas ya no solo en la persona que los sufre, sino en todo el entorno. Es por ello que la terapia psicológica puede ser muy útil cuando se presentan estos casos.
El papel de las residencias para rehabilitación del ictus
Por lo general, las personas que sufren de ictus son de avanzada edad, generalmente, personas mayores. Los centros de salud y los hospitales asisten a las personas que padecen de ictus pero en las primeras fases de la enfermedad, por lo que la rehabilitación y los tratamientos posteriores, en la mayoría de los casos, se realizan en el hogar. Sin embargo, aquí surge un problema ya que muchas familias no disponen de los conocimientos necesarios para cuidar y realizar la rehabilitación de sus mayores, y los hogares no están preparados para asistir a los enfermos de la mejor manera.
Por ello, las residencias de mayores juegan un papel crucial en la rehabilitación de los ictus. Son centros que cuentan con el personal adecuado, formado en la salud de los mayores, y disponen de las herramientas técnicas para poder ayudar en la rehabilitación. Además, las instalaciones están adaptadas a las necesidades de movilidad de los mayores, favoreciendo su autonomía e independencia.
Sin embargo, hay ocasiones en las que las familias no quieren llevar a sus mayores porque no quieren ingresarles en una residencia. Pero esto no es necesario, ya que los ingresos pueden tener un carácter temporal y asistir a los mayores únicamente durante el período de rehabilitación, pudiendo regresar a sus hogares cuando hayan terminado.
Las residencias de mayores ofrecen los siguiente beneficios a las personas mayores que han sufrido un ictus:
Rehabilitación concreta
Los profesionales se encargan de adecuar la rehabilitación a las necesidades de los mayores aplicando, además, terapias concretas en función de las lesiones que haya causado el ictus.
Controlan la medicación
En las residencias el personal de enfermería y auxiliares se encargan de administrar la correcta medicación del mayor, evitando los posibles errores que se podrían cometer en el hogar.
Volver a la rutina
Uno de los aspectos principales que hacen que los mayores vuelvan a recuperar la normalidad es volver a realizar las actividades que hacían previo al ictus. Por eso, las residencias son centros que ayudan tanto a los mayores como a las familias a recuperar la normalidad del día a día, ayudándoles con las actividades y la rutina para luego poder trasladarlo al domicilio del mayor.
Centros adaptados
Como veíamos antes, las residencias de mayores son centros que están adaptados a las necesidades de movilidad de las personas mayores lo que facilita su rehabilitación creando un entorno de seguridad para los pacientes.
Residencias para rehabilitación del ictus de BuscoTuResi
En BuscoTuResi tenemos una gran red de residencias que incluyen servicios de rehabilitación de ictus para los mayores. Desde BuscoTuResi nos hemos asegurado que nuestras residencias cumplen con los requisitos de calidad necesarios y que los profesionales están especializados en el tratamiento y la rehabilitación del ictus.
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